Mercosur ha suspendido a Venezuela como Estado miembro de pleno derecho después de que el resto de los integrantes de la alianza hayan constatado que el Gobierno del país caribeño no ha traspuesto algunas de las normativas comunitarias imprescindibles para seguir en el seno de la organización. Es el enésimo sainete del madurismo, hijo natural del chavismo, que ha terminado metiendo a Venezuela en un callejón sin salida en todos los ámbitos, también en el de las relaciones internacionales. Mercosur fue uno de los últimos sueños del difunto Chávez, que llegó a ver en este organización un ariete ideológico para penetrar en el resto de Hispanoamérica. Hoy de aquellos sueños de grandeza ya no queda nada.
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