martes, 6 de septiembre de 2016

Tres semanas en el limbo

Si de algo podemos estar seguros es que de aquí al 26 de septiembre no pasará nada. Serán tres semanas en el limbo político, una minucia en comparación con los nueve meses que llevamos en idéntico lugar. Solo queda una vía practicable: que los números tras las autonómicas en el País Vasco impulsen al PNV a llegar a un arreglo más o menos vergonzante en Madrid. Pero eso solo lo harán si les va Ajuria Enea en ello. El resto de vías están cegadas por lo que la hipótesis de nuevas elecciones en diciembre cobra fuerza. Rajoy no solo se las puede permitir, sino que se dirige a ellas convencido de que va a arrasar. La candidatura de Soria al Banco Mundial ha sido su testimonio de parte. Además, con el calvario judicial que tiene en otoño más le vale estar en el poder y no alejado de él.



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