miércoles, 31 de agosto de 2016

Rajoy o el monólogo insufrible

El discurso de investidura de Rajoy fue largo y aburrido. A decir de un diputado "tan seductor como la butaca de un dentista". Lejos queda el Rajoy sarcástico y lenguaraz del 2 de marzo que puso contra las cuerdas a Pedro Sánchez. Estuvo centrado en tres ejes que él dice representar: la estabilidad, la buena marcha economía y la unidad de España, elementos que identifica con él mismo. Rajoy parece vivir ajeno al hecho de que su victoria en junio fue pírrica y que necesita más de un socio para ser investido. Pero no, ha decidido vivir en la España de hace diez años, la previa a la crisis, y de ahí su desgana. No le gusta el parlamento tal y como está configurado y ayer lo demostró de un modo palmario.



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